sábado, 10 de marzo de 2007

Ahora en el CONTEINER


del 13 al 30 de marzo.
www.elpobrediablo.com

alianza francesa

Zapata expone varias semillas de sus obras
3/9/2007
Redacción Cultura

Que “el Jaime” estaba ocupadísimo y que no iba a poder llegar, que, por favor, le disculparan, dijo Ana Rodríguez, la curadora de la obra de Jaime Zapata, cuando entró en la sala Gangotena-Michaux de la Alianza Francesa de Quito (Eloy Alfaro y Rusia). Luego explicó que, a más de tener aquí a su hijo de dos años, Zapata también andaba dedicado a pintar.

De hecho, la idea de las exposiciones (sí exposiciones, en plural, porque hay tres: la del Centro Cultural Metropolitano, la de la Alianza Francesa y la de El Conteiner, que se abre el próximo martes) la idea, pues, es una respuesta a la etapa creativa por la que atraviesa el pintor quiteño, asentado hace 20 años en París.

Esta etapa creativa tiene, al menos, dos niveles. El primero es la avidez infatigable que le ha cogido a Zapata por pintar. Dice Ana Rodríguez: “Cuando él me llamó, hace casi un año, no estaba pintando mucho, cruzaba un estado como de espera o algo así, pero en estos últimos meses ha vuelto a pintar bastante, está obsesionado con varios cuadros que tiene incompletos desde hace 30 ó 20 años y también con los recientes”.

El segundo nivel es la desorientación. La curadora afirma que nunca en toda su carrera artística Jaime Zapata estuvo con más ganas de pintar y que nunca, tampoco, tuvo el pintor menos idea del sentido general que su obra pueda tener para los espectadores, la crítica o en su propia historia personal.

Esas son claves para acercarse a la muestra que se mantendrá expuesta en la Alianza Francesa hasta el próximo 30 de marzo.

La curadora dice: “Acá se han puesto, si vos quieres, los relatos más pequeños de la obra del Jaime, son como los indicios, los bocetos de esas grandes obras y las claves íntimas de las series que se exponen en el CCM”.

En efecto, tales series, la de los huesos, las vendas, las composiciones míticas, los retratos y los ‘satangos’, tienen en sus primeros bocetos un registro más testimonial, más confidencial: esos son los cuadros que se muestran en la Alianza. Son como un relato pictórico de la evolución creativa que arrastra, en su desorientación, al pintor quiteño.

Esta muestra, por último, aproxima al espectador al taller del artista, al espacio donde se gestan sus obras y sus obsesiones.

jueves, 1 de marzo de 2007

Articulo 30 Años

El comercio
100 obras de Zapata en escena
2/8/2007

Redacción Cultura __Un árbol pequeño de hojas brillantes, una guitarra que despide, melancólica, el pasillo Chorritos de luz, un reloj de brazos delgados que marca las 10:30, una fila de carros y buses que ruedan morosamente sobre el asfalto hirviente. Todo ese universo comprimido del centro se desplaza a través del tiempo, cansinamente.__Todo eso lo ha visto siempre Jaime Zapata (Quito, 1957). Lo ha visto, además, intrigado, exaltado, desconfiado. __Lleva ya 30 años en la tarea de pintar esa desconfianza, ese cinismo, ese testimonio particular suyo sobre las cosas y las vidas. Hoy, a las19:00, se abrirá una antología de su trabajo en el CCM (García Moreno y Espejo), con más de 100 cuadros recogidos entre colecciones particulares y algunos terminados en los meses recientes.__Las salas I, II, III y IV están dedicadas a mostrar la inquietud técnica y formal del renombrado pintor quiteño, quien vive hace más de 20 años en París. Su trabajo fue reconocido desde el principio por su figurativismo a ultranza, que casi ha rayado el hiperrealsimo. La fidelidad de sus cuadros a la realidad es tan pasmosa que las mismas cosas parecen copias de las pinturas de Zapata.__Pero ¿cómo es que desconfía de la realidad y sin embargo se empeña en una recreación tan pulcra y, a veces, tan desarmante? __“Es que yo desconfío de la realidad en tanto abastracción. Si vos ves a tu alrededor todo es abstracción. El mundo está hecho de sistemas que no vemos, pero que nos dominan. La historia, la globalización ( aunque a mí no me gusta esa palabra y no estoy de acuerdo con ella), la patria... todo eso son sistemas de los que yo desconfío. Lo que hago en mis cuadros es volver a lo concreto, ¿te das cuenta?”__Así como un reloj, como un calendario, como las arrugas de la piel, que son cosas concretas y comprensibles que simbolizan la condición humana, así la concreción de Zapata apuesta por condensar las cosas y las personas en una burbuja de tiempo detenida en un lienzo. Una especie de transfiguración del mundo, en la que participan los elementos cotidianos de su ciudad, de sus ciudades, así como referencias constantes a la cultura universal.__Sobre esa sensación de comunión se ha basado también la propuesta curatorial de Ana Rodríguez, en cuya primera parte se han incluido los trabajos que responden a la idea de “lo mítico y lo sincrético”. Es decir, que “corresponden a una serie de mitologías que él ha construido para representar la cultura contemporánea, elementos europeos y locales que urden una cultura más global”.__A esta parte corresponden los cuadros de gran formato como los populares La conquista, Pacha Mama, Adán y Eva, el mural del Teatro Sucre, entre otros. La configuración de este universo de uso particular está salpicada, a decir de la curadora, “con mucho de ironía, de gestos teatrales que tienen que ver con el sincretismo de sus propios procesos existenciales”.__Con lo cual se abre el camino del segundo momento de la exposición, marcado por la exploración en el cuerpo, a través de unos personajes llamados Satangos, extrapolados de la narrativa del escritor Huilo Ruales. Estos tangueros literarios fueron el punto de arranque de la serie que Zapata empezó hace más de diez años y que ha devenido en la inclusión en el cuerpo de elementos como el celular o diversas prótesis. __El tercer momento de la exposición está compuesto por las series que reproducen las vendas, los huesos y las vísceras, que marcan una introspección en el aspecto carnal de la humanidad. El cuarto y final momento regresa a los inicios del pintor, hacia sus primeras búsquedas y a las obras desde las que disparó su desconfianza hacia la realidad, su necesidad infatigable de una realidad concreta.

una antologica en el centro



La Alianza Francesa se complace en invitar a la inauguración de la muestra del artista Jaime Zapata. EL JUEVES 8 DE MARZO DEL 2007 a las 19H00 EN LA SALA GANGOTENA MICHAUX.

miércoles, 28 de febrero de 2007

los pies en la tierra

25 de Febrero de 2007
diario la hora
http://www.lahora.com.ec/frontEnd/main.php?idSeccion=537827



Jaime Zapata, uno de los pintores ecuatorianos de mayor reconocimiento.


Los pies en la tierra

La propuesta de Jaime Zapata irrumpe, pese a que no la considera fuera del canon porque juega con patrones occidentales. Es de caballete, dice. Sin embargo, utiliza todo lo disponible para crear algo distinto. En su obra se observa una crítica a la sociedad que busca reproducir esa naturaleza que no hay, que no se ve, debido a la invasión industrial.

Asimismo, el pintor sostiene que hay una intención de Occidente por generar algo que es una ilusión. Zapata cree, además, que vivimos un gran Tsunami social, lo que nos convierte en náufragos que intentamos sobrevivir.

Desde el caballete

Cuando explica que su pintura es de caballete y que por ello no tiene escapatoria de Occidente, pone énfasis en el lenguaje a manera de ejemplo. Retrocede, en ese sentido, al proceso de conquista y colonización española.



Desde el lenguaje, según Zapata, expresamos la estructura mental que tenemos. El acto del habla, bajo esta perspectiva, representa una lógica. Y esa lógica es occidental. “No tengo malestar de ser lo que soy… El comienzo de una posición nueva es asumir lo que somos”, expresa cuando se refiere a la identidad ecuatoriana.

La solución de los problemas de este orden no está en los libros, en las bibliotecas, pues eso no sirve, argumenta. “He vivido en Europa 20 años y las bibliotecas no dicen nada”. Para el artista, la realidad hay que conocerla in situ, estando en donde suceden las cosas, caso contrario llegamos a tener una visión muy corta. Esa reflexión, siguiendo la voz del pintor, no sale del grupo de amigos, compañeros, vecinos. El Ecuador, por tanto, es más de lo que vemos a diario. Pero esa conciencia no se logra con la pintura de caballete, sino con otras formas, puntualiza.


Impuntualidad

Para Zapata es muy importante dejar de ser “entreguistas”, de creer que somos locos como explica Michael Foucault, filósofo francés. Parafraseando a este pensador, esta suerte de locura surgió cuando el sistema encasilló a todas las personas en reclusorios, porque no seguían las normas, lo aceptado convencionalmente, lo permitido, lo que estaba dictado por la cultura dominante.
Y una forma de escapar a este entreguismo y creencia de que somos locos si no hacemos lo que dicta Occidente “es la impuntualidad, pues con este patrón de comportamiento rompemos con todo”, dice Zapata.

“El Ecuador debe dejar de ser una comunidad ingenua, que se entrega sin el más mínimo reparo. No hay obstáculo para el entreguismo”. Por estas razones, el artista propone un tiempo de mirar el campo, donde se hace agricultura… pues “cultura” viene de campo, de labrar. Hay que analizar esos grandes referentes que constituyen el imaginario colectivo y crear un propio imaginario del país. Es tiempo de constituirse a sí mismo y eso representa el primer paso.

Muestra antológica

Esta muestra antológica presenta tres periodos en la pintura de Zapata: 2000-2007 Sincrético, 1976-1980 Primeras Búsquedas y Ficciones Urbanas. Se exhibe en el Centro Cultural Metropolitano hasta el 25 de marzo, en horario de 9h00 a 17h00.