sábado, 10 de marzo de 2007

alianza francesa

Zapata expone varias semillas de sus obras
3/9/2007
Redacción Cultura

Que “el Jaime” estaba ocupadísimo y que no iba a poder llegar, que, por favor, le disculparan, dijo Ana Rodríguez, la curadora de la obra de Jaime Zapata, cuando entró en la sala Gangotena-Michaux de la Alianza Francesa de Quito (Eloy Alfaro y Rusia). Luego explicó que, a más de tener aquí a su hijo de dos años, Zapata también andaba dedicado a pintar.

De hecho, la idea de las exposiciones (sí exposiciones, en plural, porque hay tres: la del Centro Cultural Metropolitano, la de la Alianza Francesa y la de El Conteiner, que se abre el próximo martes) la idea, pues, es una respuesta a la etapa creativa por la que atraviesa el pintor quiteño, asentado hace 20 años en París.

Esta etapa creativa tiene, al menos, dos niveles. El primero es la avidez infatigable que le ha cogido a Zapata por pintar. Dice Ana Rodríguez: “Cuando él me llamó, hace casi un año, no estaba pintando mucho, cruzaba un estado como de espera o algo así, pero en estos últimos meses ha vuelto a pintar bastante, está obsesionado con varios cuadros que tiene incompletos desde hace 30 ó 20 años y también con los recientes”.

El segundo nivel es la desorientación. La curadora afirma que nunca en toda su carrera artística Jaime Zapata estuvo con más ganas de pintar y que nunca, tampoco, tuvo el pintor menos idea del sentido general que su obra pueda tener para los espectadores, la crítica o en su propia historia personal.

Esas son claves para acercarse a la muestra que se mantendrá expuesta en la Alianza Francesa hasta el próximo 30 de marzo.

La curadora dice: “Acá se han puesto, si vos quieres, los relatos más pequeños de la obra del Jaime, son como los indicios, los bocetos de esas grandes obras y las claves íntimas de las series que se exponen en el CCM”.

En efecto, tales series, la de los huesos, las vendas, las composiciones míticas, los retratos y los ‘satangos’, tienen en sus primeros bocetos un registro más testimonial, más confidencial: esos son los cuadros que se muestran en la Alianza. Son como un relato pictórico de la evolución creativa que arrastra, en su desorientación, al pintor quiteño.

Esta muestra, por último, aproxima al espectador al taller del artista, al espacio donde se gestan sus obras y sus obsesiones.

2 comentarios:

mieke dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
personal.party.uio@gmail.com dijo...

genial Jaime