jueves, 1 de marzo de 2007

Articulo 30 Años

El comercio
100 obras de Zapata en escena
2/8/2007

Redacción Cultura __Un árbol pequeño de hojas brillantes, una guitarra que despide, melancólica, el pasillo Chorritos de luz, un reloj de brazos delgados que marca las 10:30, una fila de carros y buses que ruedan morosamente sobre el asfalto hirviente. Todo ese universo comprimido del centro se desplaza a través del tiempo, cansinamente.__Todo eso lo ha visto siempre Jaime Zapata (Quito, 1957). Lo ha visto, además, intrigado, exaltado, desconfiado. __Lleva ya 30 años en la tarea de pintar esa desconfianza, ese cinismo, ese testimonio particular suyo sobre las cosas y las vidas. Hoy, a las19:00, se abrirá una antología de su trabajo en el CCM (García Moreno y Espejo), con más de 100 cuadros recogidos entre colecciones particulares y algunos terminados en los meses recientes.__Las salas I, II, III y IV están dedicadas a mostrar la inquietud técnica y formal del renombrado pintor quiteño, quien vive hace más de 20 años en París. Su trabajo fue reconocido desde el principio por su figurativismo a ultranza, que casi ha rayado el hiperrealsimo. La fidelidad de sus cuadros a la realidad es tan pasmosa que las mismas cosas parecen copias de las pinturas de Zapata.__Pero ¿cómo es que desconfía de la realidad y sin embargo se empeña en una recreación tan pulcra y, a veces, tan desarmante? __“Es que yo desconfío de la realidad en tanto abastracción. Si vos ves a tu alrededor todo es abstracción. El mundo está hecho de sistemas que no vemos, pero que nos dominan. La historia, la globalización ( aunque a mí no me gusta esa palabra y no estoy de acuerdo con ella), la patria... todo eso son sistemas de los que yo desconfío. Lo que hago en mis cuadros es volver a lo concreto, ¿te das cuenta?”__Así como un reloj, como un calendario, como las arrugas de la piel, que son cosas concretas y comprensibles que simbolizan la condición humana, así la concreción de Zapata apuesta por condensar las cosas y las personas en una burbuja de tiempo detenida en un lienzo. Una especie de transfiguración del mundo, en la que participan los elementos cotidianos de su ciudad, de sus ciudades, así como referencias constantes a la cultura universal.__Sobre esa sensación de comunión se ha basado también la propuesta curatorial de Ana Rodríguez, en cuya primera parte se han incluido los trabajos que responden a la idea de “lo mítico y lo sincrético”. Es decir, que “corresponden a una serie de mitologías que él ha construido para representar la cultura contemporánea, elementos europeos y locales que urden una cultura más global”.__A esta parte corresponden los cuadros de gran formato como los populares La conquista, Pacha Mama, Adán y Eva, el mural del Teatro Sucre, entre otros. La configuración de este universo de uso particular está salpicada, a decir de la curadora, “con mucho de ironía, de gestos teatrales que tienen que ver con el sincretismo de sus propios procesos existenciales”.__Con lo cual se abre el camino del segundo momento de la exposición, marcado por la exploración en el cuerpo, a través de unos personajes llamados Satangos, extrapolados de la narrativa del escritor Huilo Ruales. Estos tangueros literarios fueron el punto de arranque de la serie que Zapata empezó hace más de diez años y que ha devenido en la inclusión en el cuerpo de elementos como el celular o diversas prótesis. __El tercer momento de la exposición está compuesto por las series que reproducen las vendas, los huesos y las vísceras, que marcan una introspección en el aspecto carnal de la humanidad. El cuarto y final momento regresa a los inicios del pintor, hacia sus primeras búsquedas y a las obras desde las que disparó su desconfianza hacia la realidad, su necesidad infatigable de una realidad concreta.

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